Festival de Grafenegg: Filarmonica della Scala, Riccardo Chailly
Sobre el espectáculo
La Quinta Sinfonía de Piotr Ilich Chaikovski ocupa un lugar de gran importancia entre sus tres grandes sinfonías. Retrata un tumultuoso viaje por la vida, lleno del ajetreo y el bullicio de la existencia cotidiana, así como de momentos de solaz encontrados en la naturaleza. Sin embargo, esta sinfonía no está exenta de momentos turbulentos, ya que refleja una amenaza constante de intensas dudas sobre sí mismo. El motivo subyacente de melancolía y tonos sombríos resuena a lo largo de los cuatro movimientos, como una crisis de los cuarenta reflejada en la música.
Sin embargo, es en el final donde Chaikovski triunfa de verdad, consiguiendo transformar el ambiente general en positivo. Con una expresión musical triunfalmente catártica, ofrece una experiencia casi eufórica, disipando las sombras de la duda y abrazando una nueva perspectiva optimista de la vida. Este punto de inflexión es un testimonio del poder de la música para elevar e inspirar.
Acompañando a la obra maestra de Tchaikovsky está el muy querido Concierto para piano de Edvard Grieg. Venerado por su sentida poesía y sus evocadoras referencias a los encantadores paisajes y a la música folclórica de la Noruega natal de Grieg, constituye un testimonio de la belleza y la diversidad de la experiencia humana. El Concierto para piano no sólo exhibe el virtuosismo del pianista, sino que también demuestra una exquisita escritura sinfónica, combinando ambos elementos a la perfección.
Juntas, estas dos obras de Chaikovski y Grieg ofrecen una experiencia musical cautivadora. A través de sus composiciones, exploran las complejidades de la vida, navegando por sus altibajos con notable arte y profundidad emocional. La Quinta Sinfonía y el Concierto para piano ofrecen un equilibrio de introspección, celebración y profunda expresión artística, dejando un impacto duradero en los oyentes.
Información práctica
Para los clientes que hayan reservado el traslado en autobús incluido:
Salida del Musikverein de Viena, esquina Bösendorferstraße/Canovagasse: 255 minutos antes del comienzo del concierto
Regreso desde Grafenegg: aprox. 15 minutos después del final del concierto
Duración del trayecto aprox. 55 min.