Concierto orquestal: Prokofiev — 2

Sobre el espectáculo

Ciudadano. Europeo. Pianista". Estas son las tres palabras con las que se describe Igor Levit, el músico que interpretará todos los conciertos para piano de Prokófiev en tres conciertos, con la Orquesta del Festival de Budapest. Descrito por The New York Times como "uno de los artistas esenciales de su generación", Levit interpretará esta vez el solo del concierto para piano más famoso y también más tradicional del compositor, el nº 3 en tres movimientos. La pieza es introducida por la versión orquestal de la obertura de cámara de Prokofiev escrita para temas originales hebreos tras el intermedio, las historias toman protagonismo. El propio Prokofiev compuso tres suites diferentes de su ballet Cenicienta, rindiendo homenaje a Tchaikovsky trastocando el orden original de los movimientos del ballet, no obstante proporcionan una buena presentación de la trama de los tres movimientos. En esta ocasión, Iván Fischer seleccionó movimientos de dos suites para su interpretación de Cenicienta.

Para sus propias obras, Prokófiev casi nunca utilizaba melodías de música popular o prestadas por otros compositores. Por eso, esta obertura, escrita para temas hebreos, ocupa un lugar tan especial en su obra: es más que un simple ejercicio de estilo. Es un replanteamiento de verdaderas melodías hebreas. El compositor recibió el encargo de escribir la pieza en 1919 en Estados Unidos del clarinetista Simeon Bellison, quien presentó a Prokófiev un libro de canciones para que le sirviera de inspiración. Prokófiev rechazó el encargo, pero al final se enamoró del mundo de las melodías. Esbozó la pieza ‐concebida originalmente para clarinete, cuarteto de cuerda y piano‐ en un solo día, y la finalizó en menos de dos semanas. Presenta y explora en detalle dos temas que evocan el mundo del klezmer.

Ninguna idea musical se pierde nunca, sólo se transforma, podríamos decir del Concierto para piano nº 3 de Prokofiev. El compositor siempre anotaba fragmentos de melodías y pensamientos que al final no utilizaba. El Concierto para piano nº 3 nació de algunos de sus apuntes realizados entre 1911 y 1918, y de nuevas partes compuestas en 1921. Es la única de sus cinco obras del género que sigue el formato tradicional de tres movimientos, rápido‐lento‐rápido. Los movimientos tienen una duración casi idéntica y están equilibrados temáticamente, al tiempo que incluyen el estilo irónico y los impresionantes arreglos por los que es conocido su compositor. Tras un dinámico movimiento de apertura, sigue un tema de variación de cinco versiones, que concluye con brillantes acordes en un final desafiante para el pianista.

Zapatos de cristal, un carruaje de calabazas, enanitos que saltan del reloj que marca la medianoche… y sin embargo, la Cenicienta de Prokófiev fue compuesta durante los años más oscuros del conflicto mundial, entre 1940 y 1944. La obra no se estrenó hasta el final de la guerra, en 1945, en Moscú. El compositor escribió suites orquestales a partir del ballet, pero no se limitó a arreglar varios números escogidos de la partitura original: los transpuso, los amplió y cambió su orden. Las dos primeras suites contienen casi únicamente la música de los dos primeros actos y concluyen con el final del baile. En el tercero, el príncipe busca por fin a Cenicienta.